Las montañas que protegen el valle en el que se ubica San Martín de los Andes ofrecen distintos miradores y puntos panorámicos naturales que permiten maravillarse con las diferentes vistas. Uno de los más emblemáticos es el Mirador Arrayán, que brinda una de las mejores postales del lago Lácar y del pueblo. El paseo, típico de quienes visitan por primera vez la localidad, puede hacerse a pie o en vehículo, y tiene una duración aproximada de 5 kilómetros.
El paseo inicia en la costanera del lago Lácar. Mirando hacia la ruta 40, camino de los siete lagos, se opta por la ruta que queda a mano izquierda, en la bifurcación en cuyo centro hay una plazoleta con bancos, la bandera argentina y el monumento al general Rudecindo Roca. Subiendo por este camino, inicialmente asfaltado, se asciende por la cuesta César Quiroga, que a pocos metros ya nos proporciona una primera parada: el mirador de Rinke. Este espacio se nombró en honor a un querido artista plástico local y fue remodelado hace poco tiempo. Este lugar brinda hermosas vistas del pueblo, que ha crecido y ha ido tomando parte de las laderas de las montañas.
Siguiendo por el mismo ascenso nos encontramos con la curva donde se encuentra el ex-hotel Sol de los Andes, un lugar histórico, que supo ser el epicentro de las temporadas invernales en las décadas del 80 y 90. Allí se realizaba la fiesta de la nieve, con una importante cena que reunía a todos los vecinos, baile y elección de la reina de la nieve. Además, se han filmado películas y episodios de novelas en sus pasillos y habitaciones. Hoy en día, solo se utiliza la planta baja como extensión de oficinas municipales.
Más adelante, donde comienza el ripio se gira a la derecha para iniciar una serie de ascensos leves que bordean el casco céntrico alcanzando hacia vistas cada vez más amplias del Lago Lácar y la Costanera.
Durante casi un kilómetro de ripio se circula por la Ruta Provincial 19, que en otra época fue el camino originario para llegar al Cerro Chapelco. Después de esa distancia se continúa por el camino de la derecha, y a unos 600 metros se alcanza el Mirador Arrayán, un lugar para detenerse y apreciar una de las más hermosas vistas de San Martín de los Andes.
El mirador está protegido por barandas y cuenta con rampa de acceso. Además, en el lugar, van a encontrar carteles informativos y un paisaje sin igual que los va a dejar boquiabiertos. Debajo verán la ciudad y la costanera del lago Lácar con su muelle, de frente al mirador el cerro Bandurrias, y todo el esplendor del lago, rodeado de cordones montañosos, bahías y bosques.
El espacio cuenta con bancos donde descansar, sacar fotos, y contemplar toda la belleza que la aldea de montaña tiene para ofrecer. A continuación, un leve ascenso de 400 metros llevará a los visitantes hasta la emblemática “Casa de Té de Arrayán” que, además de ofrecer gastronomía regional, presenta una impactante vista del Lago Lácar.