En nuestra ciudad hay muchas historias de vida que sin duda merecen ser contadas. La de Javiera y su familia es una de ellas. Nacida en Santiago de Chile, donde tiene familia y ciudad a la que vuelve continuamente de visita, ella eligió venir a San Martín de los Andes a construir un proyecto de vida con el que soñó siempre. En su voz, nos cuenta por qué decidió empezar de cero de este lado de la Patagonia y de qué se trata Acunando Patagonia, su emprendimiento dedicado a la maternidad.
Esta historia comenzó hace 9 años, cuando Javiera Videla estaba en un momento de vida de muchos cambios: «Yo no conocía nada de San Martín de los Andes. Usualmente, se conoce Bariloche como lugar de la Patagonia, pero no mucho más. Había trabajado en Abuela Goye Chile, pero ese local ya había cerrado. Estaba sin trabajo y decidí acompañar a una amiga en un viaje por el sur. Le dije que yo podía mostrarle Pucón, que lo conocía bien, y de ahí fuimos a San Martín. Ni bien llegamos, me enamoré del lugar. Me pasó algo muy loco, estaba en la costanera, mirando al lago Lácar, y supe que ese lugar era para mí, para construir una familia y vivir allí», cuenta esta mamá de dos niños y emprendedora, cuyo proyecto viene pisando fuerte en la ciudad con propuestas para que las mamás y las infancias tengan espacios para estar seguros y cómodos.
Después de ese viaje tan significativo, Javiera volvió a Santiago con una decisión tomada. «Nadie lo podía creer, yo acá no tenía nada ni sabía qué iba a hacer, pero sabía que quería vivir acá. Entonces le escribí a un amigo peluquero para pedirle si me podía quedar en su casa un par de días y empezar a averiguar por casa y trabajo. Era plena temporada de verano así que el tema de los alquileres estaba difícil. Sin embargo, pude conseguir mi primer trabajo en la casa de té Arrayán y un lugar para vivir. Vine con una mano atrás y una adelante. Me fui armando muebles con lo que iba encontrando. Todavía tengo la mesa de living que me construí con cajones de fruta», recuerda Javiera. Los inicios son siempre complejos, pero ella nunca dudó de su decisión.
«Después trabajé en muchos comercios y en el Círculo Odontológico, donde conocí a mi marido. Su mamá, Olga, es nacida acá, y su papá militar participaba de la orquesta Fanfarria. Se habían ido a vivir a Buenos Aires pero luego él volvió a vivir a San Martín con su mamá. En 2020, tuvimos a nuestro primer hijo y, durante la pandemia, con todas las complicaciones del momento, empecé con mi emprendimiento de productos de maternidad. Vendía desde mi casa, con mi suegra ayudándome haciendo los tejidos. Fue un tiempo muy difícil para nuestra familia, mi mamá había venido de visita y se quedó varada. Mi papá falleció en Chile y no pudimos despedirlo hasta un año después», cuenta nuestra vecina, mientras ceba mate en su flamante local de la calle Elordi, en pleno centro de la ciudad.
A la par de todo esto, Acunando iba tomando forma. Poco tiempo después, Javiera se asoció con Florencia y juntas pudieron armar un showroom para mostrar y vender sus productos, que van desde ropa, accesorios, juegos y muñecos de apego para bebés, hasta productos para mamás. El siguiente paso fue acceder a su primer local, en una galería comercial de la calle Belgrano, en el casco céntrico de San Martín: «Pusimos todo nuestro esfuerzo para ir creciendo. Llevamos cosas de nuestras casas y también fuimos presentando y difundiendo proyectos para crear conciencia de la necesidad que hay de contar con espacios públicos para embarazadas y mamás. Acunando fue el primer punto de lactancia en San Martín de los Andes, un lugar donde las mamás que andan por la calle haciendo cosas pueden entrar y tener un sillón cómodo, cálido y seguro para amamantar, mientras afuera el clima es frío, llueve, nieva y no se puede parar en una plaza», explica Javiera.
En Acunando Patagonia no solo está disponible el Punto de Lactancia. También tienen un box privado con cambiador para uso gratuito de cualquier mamá que lo necesite. «El fin de Acunando es ser un lugar en donde las embarazadas, las mamás y los niños se sientan bienvenidos. Tenemos un sector con mesita y juegos, del que los niños no quieren irse». Además, brinda asesoramiento sobre todos sus productos, sus utilidades, beneficios y formas de uso. Muchos productos llevan una tarjetita con indicaciones para aprovecharlos al máximo y son fabricantes de sus propios diseños, con estampados de animales de la Patagonia.
«San Martín es un pueblo de montaña maravilloso. Hay que procurar seguir sus reglas, por respeto a las costumbres locales. Acá es muy importante respetar a los peatones y estacionar donde corresponde, siguiendo los códigos de convivencia. Me han recibido muy bien y estoy muy agradecida», concluye Javiera y agrega un mensaje para sus compatriotas chilenos: «Cuando vengan a visitar la ciudad, pasen por el local y les brindamos la información y los consejos que necesiten sobre el lugar y sus posibilidades».
En Acunando Patagonia, ubicado en Elordi 791, frente a la plaza Sarmiento, aceptan pesos chilenos a cambio 1×1 y reciben tarjetas de débito chilenas sin recargo. Tienen indumentaria y decoración para bebés y niños de 0 a 6 años, productos postparto, blanquería, juguetes y su propia marca de accesorios. Para conocer más sobre el universo Acunando, pueden buscarlo en redes sociales en @acunandopatagonia.sma o visitar su tienda online: https://acunandopatagonia.com.ar/